Más humo que telegrama de indio.

Por Damian Arocena.

www.noticañuelas.com

25 de octubre de 2019.

Luego de estar expuesto en «casi» todos los medios, Pablo Campos brindó algo parecido a una conferencia de prensa.

Durante toda la jornada del día jueves el aliado circunstancial de Mac Goy, estuvo en el centro de la tormenta luego que varios puntos de la ciudad amanecieran con pintadas misóginas y llamando al corte de boleta.
Finalizando la jornada, sin posibilidad de escape, Pablo Campos forzosamente tuvo que llamar a una conferencia de prensa para tratar de despegarse de la cobarde acción de lo que se lo acusaba.
En la conferencia de prensa explicó que había presentado una medida cautelar ante el juez federal con competencia en lo electoral, para que su nombre no aparezca en las boletas, decisión que tomó luego de declinar su candidatura a intendente por Consenso Federal para aliarse con Cambiemos. Pero más allá de sus pretensiones la renuncia a su candidatura fue desestimada por estar fuera de los plazos que requiere la justicia.
En otro pasaje de la conferencia desligó su responsabilidad de los hechos por lo que había sido acusado sobre el ataque directo a la candidata del Frente Todos. «Se trata de una operación de prensa para manchar mi nombre, eso no se le hace a una mujer. Nosotros seguimos promoviendo el corte y hacemos campaña para que los que me votaron en las paso, ahora voten a Santiago Mac Goy. Nosotros salimos a pintar por el corte de boleta, pero agraviar una mujer no estaba en nuestros planes». Si bien Campos trato de desligarse del ataque, los testigos apuntaban directamente a su persona.
Los referentes políticos de Cambiemos en horas del mediodía de ayer mantuvieron una reunión para decidir si desplazaban a Campos de sus filas, pero trascendidos a este medio, afirman que la decisión fue dejar pasar la tormenta y dejar las cosas como están.
Desde que Campos declinó su candidatura viene siendo el centro de atracción de las patéticas decisiones que a tomado.
Pese a tratar de aclarar por lo que se lo acusa y recibir un manto de protección de parte de José Del Valle, padrino político, nada lo pone fuera de la escena del crimen.
Solo resta unos días para que Campos desaparezca del mundo local de la política, del cual pretendió entrar por la fuerza.