Salas velatorias, aún no autorizan a despedir al difunto.
Rige la medida de no poder despedir los restos mortuorios.
Por Damián Arocena
www.noticañuelas.com
Jueves 5 de noviembre de 2020
Pese a que el sector fúnebre envió una carta a las autoridades ejecutivas para protocolizar los sepelios, aun no hay respuestas que indiquen que se flexibilizará las extremas medidas sanitarias de sepelios.
Desde que rige el aislamiento social preventivo por Decreto presidencial, la actividad de realizar sepelios quedó nula. Ante un cuadro pandémico de carácter mundial, las costumbres debieron adaptarse a los nuevos tiempos de Coronavirus.
Apenas los familiares mas estrechos tienen la posibilidad de dar el último adiós a sus seres queridos, siempre y cuando el deceso de la muerte no haya sido por causas relacionadas al Covid-19.
Si bien no afecta directamente la economía para el sector empresario fúnebre, algunos municipios crearon una base de protocolos para flexibilizar la angustiante situación que tienen que sobrellevar los parientes y amigos de los muertos.
Por ejemplo en algunas localidades se establecieron horarios que pueden variar son de 8 a 18, la asistencia de las personas se agrupan en dos turnos y no es mayor a 10, lo que establecen velatorios de una duración máxima de 3 horas.
Por el momento solo se les permite a familiares muy estrechos despedirse del ser querido por un breve lazo con todas las medidas de higiene y protocolos sanitarios. El cortejo fúnebre actualmente está prohibido, por lo que los allegados van directamente a la puerta del campo santo para participar de un responso que lleva a cabo el cura de Uribelarrea en la misma puerta del cementerio. La ceremonia se hace solo a personas que su deceso haya sido por otras causas no relacionadas con el Coronavirus.
Hay otras localidades que implementaron aislar al difunto con una tapa vidrio sobre el ataúd y de esta manera evitan cualquier posibilidad de contagio.
Hasta el momento las medidas sanitarias llevadas a cabo por Marisa Fassi, han mostrado un alto índice de certezas, dada la mínima porción de contagios que establecen los partes diarios epidemiológicos. Por tanto una decisión desacertada podría poner en riesgo la variabilidad de casos.
Aunque el dolor sea grande tras la perdida de un ser querido y mas aun, la tristeza de no poder despedirlo en su ultimo adiós, nada indica que en el corto plazo las costumbres vayan a volver a la normalidad.